La vida después del Iguana...

Asistir al Barrio Antiguo era escuchar música de todo tipo, caminar cuidándote de los autos que pasaban en esas calles llenas de gente ávida de fiesta, de diversión y de buena vibra. Era ameno y pasabas un muy buen rato. Siendo sincera, pocas veces visité el Barrio Antiguo en fin de semana. Las veces que me atreví a ir fueron porque llegaron visitas de amigos nuestros a la ciudad de Monterrey y como el Barrio Antiguo es un lugar muy mencionado como atractivo turístico, era como ley ir de visita para que lo conocieran y se fueran con la vibra que el lugar tenía. 

Bandas como Jumbo, Zurdok, Plastilina Mosh, El Gran Silencio, Cabrito Vudú, entre otras, llegaron a tocar en sus inicios y en tiempos más avanzados de sus carreras musicales, en el famoso Café Iguana, ubicado en la calle Diego de Montemayor 927 Sur, en el centro de Monterrey. Ese lugar que comenzó siendo un pequeño espacio de las bandas regias, poco a poco tomó fama a nivel local y nacional como el referente del movimiento rockero. Y qué decir de sus tradicionales pizzas, muy buenas y solicitadas. Tenias que llegar temprano para poder degustar de ellas. El que venía a Monterrey de visita y se preciaba de gustarle el rock y no visitaba el Café Iguana, era como no haber visitado la ciudad. 

Hace 1 año, el Café Iguana se llenó de luto después de que dos empleados del lugar (Pablo César Martínez y Gerardo Fermín Sánchez Lomelí) perdieran la vida el sábado 21 de mayo por la noche cuando un comando los rafagueó junto con otras dos personas. Si de por sí, la vida nocturna en la ciudad de Monterrey estaba mermada debido a los brotes de inseguridad y violencia que se dieron con frecuencia en los últimos 3 años, esto acabó de completar el círculo de cierres de antros y bares que conformaban el Barrio Antiguo. 

Manifestación en el Café Iguana // Foto por Lillian Comeon - Tomada de su FB

Al día siguiente del fatal incidente, la gente asidua al Café Iguana y al Barrio Antiguo en general, se organizaron a través de las redes sociales y colocaron una ofrenda en el lugar de los caídos, en señal de búsqueda de paz, de llamar la atención de las autoridades locales y nacionales, y de unirse en franco dolor por darnos cuenta que nos volvimos espectadores de problemas que pudimos haber enfrentado desde el inicio y evitar que la misma inseguridad, fuera cerrando espacios que alguna vez creímos propios.

Si bien se cuentan muchas cosas acerca de lo que sucedía en el interior del Café Iguana, (como la venta y distribución de drogas en los baños del lugar), lo cierto es que NADIE hizo nada por detenerlo. Se nos hace sencillo comentar "yo vi, yo estuve ahí" pero NADIE tuvo la entereza y fortaleza para contarlo más allá de una plática entre amigos y/o en redes sociales y comentarios de blogs. Las consecuencias las sufrimos todos. El tiempo sigue su curso y las autoridades no hicieron nada (y al parecer ni lo harán) por resolver el problema.

Cambiemos las armas por guitarras // Foto por Lillian Comeon - Tomada de su FB

20 años de vida activa como lugar de tradición no fueron suficientes para seguir adelante. Debido a la tragedia, el negocio aún continua sin definir cuál será su futuro, por lo que piden la comprensión de las personas que acudían con frecuencia al sitio. El rock sigue de luto, aunque se diga lo contrario. 


Seguiremos esperando por ti, Café Iguana! 


Gracias a todos los que leen este blog...

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Súbanse al camión de la buena onda...
Dios los bendiga: DeeDeex :]